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Cómo lo hacemos

#thebrushmakers

Es de vital importancia para nosotros poder contar con los mejores pelos finos como la Marta Kolinsky y su variedad Tajmyr, el Petit Gris de Rusia, la Oreja de Buey de Europa, el Turón de EEUU y del Canadá, el Tejón y las cerdas de China o el poney de Mongolia. Desde el principio, para Escoda, contar con materiales de calidad es lo que nos permite fabricar pinceles de calidad.

Al mismo tiempo, y desde hace ya unos años, que poco a poco vamos incorporando fibras sintéticas a nuestro catálogo. Actualmente contamos con ocho tipos de fibras artificiales con gran variedad de colores, diámetros, nervios y durabilidad. Fibras artificiales que ni al tacto ni a la vista pueden diferenciarse del pelo natural.

Tener una buena materia prima es la que nos permite crear pinceles que se han convertido en una herramienta reconocida y estimada no solo para acuarelistas y pintores al óleo o en acrílico, sino también para el ceramista, el decorador de la porcelana, el odontólogo, el restaurador, el vidriero, etc.

La fabricación del pincel que llevamos a cabo en Escoda es la tradicional, de forma artesana ya que hacemos cada pincel a mano, uno por uno. El proceso es único y nuestros pinceleros y pinceleras son todos unos expertos con años de formación.

La fabricación del pincel que llevamos a cabo en Escoda es la tradicional, de forma artesana ya que hacemos cada pincel a mano, uno por uno.

En primer lugar, se envuelve el mechón de pelo (natural o artificial) en una pieza metálica embutida y recubierta por una fina capa de níquel o de oro de 14 quilates, formando la parte inferior del pincel. La superior es el mango, una pieza de madera a la que le estampamos el número, la marca, el nombre de la serie, el tipo de pelo y la ciudad donde se fabrica.

Ambas partes se unen gracias al triple ranurado, exclusivo y registrado oficialmente por Escoda, que hará que la virola permanezca para siempre fijada al mango de abedul. Para finalizar, una última operación también exclusiva de la firma Escoda con una receta secreta. Consiste en un planchado y secado simultáneo del haz de pelos mediante un producto natural. De esta manera conseguimos que todos los pelos mantengan a forma que le hemos dado al fabricar el pincel.

Este proceso de fabricación de pinceles hace que nos guste referirnos a la familia Escoda como #thebrushmakers, los fabricantes de pinceles, haciendo de la tradición pincelera todo un arte.

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